A menudo, cuando se piensa en tener una tortuga terrestre, una de las principales causas de esa decisión, es pensar que no supondrá grandes atenciones y que será una mascota fácil de mantener. En cierto modo, si lo comparamos con las atenciones que pueden suponer otras mascotas, como perros, gatos, hurones, etc; probablemente tenga parte de verdad ese razonamiento. No obstante, el nivel de implicación en sus cuidados, su alimentación y en proporcionarle un hábitat adecuado no se diferencia tanto respecto a otras mascotas.
Desde aquí una llamada a la coherencia y al buen razonamiento a la hora de comprar o regalar una tortuga de tierra, hay que asegurarse de que la persona que se va a hacer cargo tenga plena consciencia de todo lo que implica.
Que hábitat se le debe preparar a la nueva mascota.
El hábitat ideal: El jardín de casa. Si se tiene información sobre el origen de nuestra tortuga, se puede investigar acerca de su hábitat natural e intentar buscarle un hueco en el jardín lo más parecido posible a éste.
El hábitat real: La terraza, el balcón o una habitación soleada. En caso de no tener un jardín en el cual alojar al animal, se le debe buscar otra ubicación, con mucha luz. En caso de no tener suficiente luz natural, añadirle unos focos que simulen la luz solar, en las mismas horas de luz que en el exterior.
En los dos casos; hay que tener en cuenta lo siguiente:
1. Las paredes del terrario: deben de ser al menos el doble del largo de la tortuga y deben de ser fuertes, ya que la tortuga siempre intenta trepar por ellas.
2. El suelo del terrario: En este caso, saber que tipo de especie es tu tortuga también te ayudará a la hora de elegir correctamente un suelo: no es lo mismo una tortuga de clima desértico que una de clima tropical, por ejemplo.
3. El refugio: Dentro del terrario, las tortugas precisan de una "caseta" seca y cálida en la cual pasar la noche, echarse una siesta o el sitio a donde irán si sienten miedo. La creación de este refugio es muy importante, ya que deben sentirse seguras y protegidas de cualquier elemento o ruido externo. Este refugio se lo puedes construir o comprar, solo precisa de 3 paredes y un techo, puede ser de metal, de plástico o de madera.
4. Recreación de su habitat natural: Podemos añadirle al terrario diferentes tipos de ambientaciones para que nuestra tortuga se sienta a gusto; puede ser un ambiente más tropical, con mucho verde, como plantas, hierba, etc. o algo más tipo desértico, como añadirle unos cactus, rocas de diferentes tamaños, arena, etc. Al igual que en el apartado anterior, dependerá mucho del tipo de especie. Si esto no se sabe, consultar en tiendas de animales especializadas para que os aconseje el tipo de suelo más adecuado. Hay muchas ofertas de tipos de suelo en el mercado, a las malas se les puede ir variando y según como interactúe la tortuga, se le puede dejar o cambiar a otro.
Para la ambientación, es muy importante a la hora de situar rocas u otros elementos grandes, tener en cuenta que la tortuga pueda trepar por ellos sin llegar a volcar; es necesario en caso de rocas, rodearlas con tierra suficiente para que la tortuga pueda subir en ellas sin incidentes. No todas las tortugas caseras aprenden a tumbarse de nuevo en caso de volcar; es necesario vigilar y poner las de nuevo en su posición correcta. Podrían llegar a morirse de hambre si por si solas no se dan la vuelta.
5. Techo del terrario: Nuestro terrario precisa de un techo; la mejor opción es hacerlo con alambre o con algún material resistente y lo suficientemente transparente para que entre todo el sol que necesita la tortuga. No solo impedirá que la tortuga salga del recinto, sino que la protegerá de otros elementos, como otras mascotas, pelotas u otros objetos que puedan llegarle al terrario.
6. Agua y alimento en el terrario: Destinarle un espacio para el agua y el alimento dentro del terrario. Para el agua, será preciso un bebedero bajo, para que ellas puedan llegar sin estirar demasiado el agua y sin tener que subirse encima. El alimento se les puede dejar en cualquier punto, no es preciso tener un recipiente.
Alimentación
Cuidados especiales
Para cualquier aclaración más, acudir siempre a un veterinario especializado.
Fuentes: